Ellas

enero 14, 2014

Su sonrisa ya era un poema, aunque no tuviera palabras.



Te quiero. Sin pensarlo, sin medida, sin cordura. A todas horas, cuando te enojas, incluso cuando no estás. Te quiero. Sin preguntas, sin lógica, sin cuidado. Te quiero.
 Tan simple como escribirlo, tan complicado como nosotros.



No hay comentarios:

Publicar un comentario