¿Quién soy? Nadie, en tu mundo no soy nadie. Pero en mi mundo, ¡Ja! En mi mundo soy tu todo, soy tu despertar, soy tu atardecer, tu anochecer. En mi mundo me conoces y me amas. En mi mundo siempre me dices que le agradeces a Dios el haberme conocido. En mi mundo recibo un mensaje cada mes de tu parte, diciendo que me amas y que gracias por otro mes más. En mi mundo te gusta el café de mis ojos, en mi mundo te gusta como canto, como rimo. En mi mundo siempre me dices que vea la luna, porque tú la estás viendo también. En mi mundo andamos de la mano. En mi mundo cuando ves a un conocido o allegado, te aferras de mi mano y me das un beso apasionado, demostrándome que me amas y estás orgullosa de ser mía y de que yo sea tuyo. En mi mundo siempre te canto aquel verso de aquella canción que te dediqué cuando me dijiste que sí. En mi mundo tu papá me odia y tu mamá me ama. En mi mundo mi mamá me pide que te invite el siguiente domingo a almorzar. En mi mundo te abro la puerta del coche. En mi mundo vas a todos mis partidos. En mi mudo estarías dispuesta a huir de la policía conmigo por estar pintando tu nombre y mi nombre en la pared. En mi mundo, amas como toco la batería y como muevo la cabeza de lado a lado al ritmo de mis tambores. En mi mundo te gustan mis canciones. En mi mundo amamos nuestros errores, y aunque te mencione personas, en mi mundo siempre estamos sólo tú y yo. Pero si te preguntas quién soy, no, no soy nadie, sólo alguien con un mundo.
Y con tu permiso me tengo que ir, es que tengo una cita contigo en nuestro mundo.
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