Ellas

marzo 28, 2012

Tres metros sobre el cielo

Nadie podrá quererle como le quiero yo, no podrá adorarle de este modo, no sabrá advertir hasta el menor de sus dulces movimientos, de aquellos gestos imperceptibles de su cara...
Es como si sólo a mí se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos, el color real de sus ojos. Nadie podrá ver nunca lo que yo he visto.

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